En el centro del casco histórico de la ciudad de Toledo, se encuentra este palacio Renacentista. Con herencia histórica: alfarjes policromados, muros de edificaciones visigodas o la cúpula vitral, hacen de este edificio sea una pieza única.
La figura de la Emperatriz será el leitmotiv del proyecto trasladándonos a la segunda mitad del s. XIX. A través del interiorismo, hemos querido plasmar el contraste de luz y sombras que definió su vida. La antítesis en las texturas, el cromatismo de los diferentes materiales y textiles, y la riqueza y sobriedad de los mismos crean el énfasis.